Aproximadamente 4.000 años después del comienzo de la agricultura, muchas aldeas del sudoeste de Asia se habían convertido en poblaciones de mas de 1.000 habitantes. En el sur de Irak y Egipto, comunidades estratégicamente situadas se transformaron ciudades con barrios, edificios públicos y recintos sagrados dando lugar al comienzo del urbanismo.

Aldea de TULOR/ San Pedro Atacama Chile

Categoria Apuntes y notas

Con un origen anterior a la era cristiana y registrando sus años de esplendor entre los 100 y 300 años D.C, la aldea de Tulor, sepultada por arenas del Desierto de Atacama que traslada el viento desde miles de años, es sin duda una buena experiencia arqueológica e histórica. 
La antiquísima aldea esta formada por casas y recintos circulares, los que por el efecto del viento, se encuentran enterrados hasta no resaltar más que un metro de altura en su máxima expresión. 
Fue habitada por una cultura de hábiles artesanos que desarrollaron la cerámica café y gris pulida típica de este período prehispánico de San Pedro de Atacama. Fueron conocedores de múltiples tecnologías vernáculas y realizaron intercambios de productos y conocimientos con culturas del Noroeste Argentino como Condorhuasi, antes del posterior influjo de la cultura Tiwanaku. 

¿Cómo llegar?

El trayecto de aproximadamente 10 kilómetros, parte de San Pedro de Atacama y sigue la ruta en dirección al Valle de la Luna, pero justamente antes de ingresar al Valle, el camino se bifurca a mano izquierda donde avanzarás hacia elAyllu de Coyo, oasis que colinda con la Aldea de Tulor
El trayecto atraviesa el mencionado ayllu hacia el norte, en un sector de dunas, podrás ver la entrada a la históricaaldea de Tulor


Administración y precios

La administración del sector, está a cargo de la comunidad Atacameña del ayllu de Coyo y los valores de acceso al sector, son: Turista extranjero: $5.000 Turista nacional: $3.000. Cabe destacar que el valor de tu entrada aporta al desarrollo de la comunidad indígena que administra el sector. 

Actividades de intereses especiales: El sector cuenta con salas de exhibición e interpretación histórica, allí podrás conocer sobre la flora y la fauna, aspectos prehistóricos e históricos recientes de la cultura Atacameña. Además existe una reproducción de las viviendas excavadas en 1982, una pasarela peatonal y un mirador. La visita a la aldea de Tulor forma parte del conocido circuito turístico “arqueológico”, el que se realiza generalmente a partir de las 09:00 am, saliendo de San Pedro de Atacama e incluye otros destinos de interés arqueológico como el Pucará de Quitor
En la imagen se puede apreciar una mínima parte de las ruinas que se fueron descubriendo, no se descubren más por que no hay permiso del pueblo lican antay.
Su forma de las estructuras de sus casas, se dice que es así para cubrirse de los vientos y arena que ocurre en el lugar y la gente de la época tenía 10 veces aprox. la fuerza de hoy en los hombres y 5 veces de las mujeres.
San Pedro de Atacama es denominada la Capital Arqueológica de Chile. Esto gracias a la labor desempeñada por el R.P. Gustavo Le Paige, misionero Jesuita radicado en San Pedro de Atacama en el año 1955. Su incesante interés en la recopilación y estudio de objetos arqueológicos que recogía en sus recorridos por los alrededores, lo llevó finalmente a crear lo que hoy es el Museo Arqueológico que lleva su nombre, actualmente en manos del Instituto de Investigaciones Arqueológicas de la Universidad del Norte.
Fallecido en el año 1980, su legado ha traspasado las fronteras y las investigaciones en la zona se han multiplicado arrojando importantes datos que hoy permiten conocer más detalladamente la forma de vida y desarrollo de los primeros pueblos que habitaron la zona.
Esta tierra, extremadamente árida y seca, conservó en su seno los restos de hombres que para sobrevivir, tuvieron que conquistar los terrenos más inhóspitos del mundo. Fue esa misma aridez la que hoy nos permite saber más de los atacameños y de su rico patrimonio andino. La sequedad ambiente posibilitó la buena conservación de lo cuerpos y materiales perecederos. De esta manera, las “momias” se presentan con sus vestiduras originales, tejidas en lana de auquénidos y plumas, junto a la cerámica y objetos de cuero, madera, cobre y bronce que se estimaron necesarios para el viaje a la otra vida. La excelente conservación de los cuerpos permite establecer el tipo de alimentación y efectuar diversos análisis para conocer causales de muerte y otros interesantes datos. Los objetos encontrados han dado luces de su forma de vida, sus trabajos y religiosidad.
Esa cultura que enterraba a sus hombres en posición fetal, como queriendo volver al vientre materno de la “Pacha-mama”, con sus restos nos muestra directamente cómo eran, vivían y qué hacían los hombres de Atacama. Los restos materiales que mejor se han conservado en esta cultura, son los utensilios de piedra. Cuero, madera y hueso, han sucumbido en mayor grado frente al paso del tiempo.
Las tumbas y las viviendas más antiguas encontradas, corresponden a cinco mil años atrás, fecha en que datan los primeros rasgos de asentamiento en el oasis de San Pedro de Atacama. Estas viviendas son circulares, de piedra, reunidas en pequeños conjuntos. Un ejemplo de ellas son las ruinas de Tulor, que hoy en día se encuentran a disposición para la visita de turistas.
Este tipo de campamentos se fue multiplicando, poblando los lugares más propicios de las quebradas; encontrándose entre sus ruinas huesos de camélidos, roedores y aves, restos de Chañar y Algarrobo, desechos líticos de canteras y otros vestigios que permiten darnos una idea del aprovechamiento multiecológico de las diferentes alturas y propiedades del entorno.
San Pedro de Atacama se encuentra rodeado de sitios arqueológicos. El pueblo mismo está asentado sobre cementerios antiquísimos y no es raro encontrarse en cualquier paseo con una punta de flecha o un enterramiento, lo que lamentablemente ha originado el tráfico de piezas arqueológicas de gran valor. La fragilidad de este sistema ecológico, que mantiene por años y siglos algunos objetos, permite así mismo el saqueo de los sitios por personas que sin consideración alguna con la historia y el valor de la investigación, han hecho un sucio negocio de tan sublime ejercicio como es el conocimiento acerca del pasado de la humanidad.
Arte RupestreUna de las primeras manifestaciones del arte rupestre atacameño fue el desarrollado por grupos de cazadores transhumantes, básicamente presentes en las rutas de las caravanas, quienes al completar su dieta con la recolección de vegetales silvestres, se establecían en campamentos de ocupación estacional. En estos lugares, así como en sitios ceremoniales, grandes rocas y en los contornos de algunas quebradas, encontramos el reflejo artístico de una cultura que fue plasmando en la roca su paso por el tiempo, hablando así de su mundo interior y de su visión del entorno.
Los grabados rupestres se elaboraron con tres técnicas distintas: la primera consistía en la aplicación de pintura de elaboración natural, vegetal o mineral, por encima de las piedras. A esta técnica se le denomina Pictografía.
La segunda, a veces combinada con la anterior, se hizo en bajo relieve, mediante el raspado de la capa superficial oxidada de las rocas, resultando dibujos claros que contrastaban con el fondo oscuro, a la que se denomina Petroglifos.
Finalmente, una técnica más simple, pero grandiosa, consistía en la agrupación de piedras y rocas menudas y claras sobre un fondo oscuro, formando enormes diseños en las laderas de los cerros cercanos a las rutas de tránsito, llamados geoglifos. Uno de los sitios más conocidos se encuentra en el Salar de Pintados, cercano a Iquique. En algunos casos, estas obras constituían una verdadera señalética arcaica utilitaria de rutas, ya que  podían ser vistos e interpretados a decenas de kilómetros, gracias a la diafanidad del aire.
Los dibujos de este arte se han clasificado en tres grupos: geométricos (círculos, cuadrados, rombos y líneas quebradas); zoomorfos (figuras de animales, especialmente auquénidos, felinos y reptiles) y antropomorfos (figuras humanas a veces con bastones, arcos y flechas, en actitudes de caza o trabajo). Destacan las representaciones naturalistas de camélidos grabados sobre bloques de piedra encontrados en Puripica y que, seguramente, corresponden a algún culto de los primeros grupos pastoriles que se conocen en la región atacameña. Situación similar se encuentra en la Quebrada de Tulan (Peine), al sureste de San Pedro de Atacama, donde en piedras relativamente pequeñas, se grabaron hileras de camélidos y figuras geométricas.
Uno de los sectores de mayor concentración de Arte Rupestre del Desierto de Atacama, es el denominado Sector Santa Bárbara, ubicado en la zona del Alto Loa. De origen pre-hispánico, se desarrolló desde 2.300 a.C. hasta la llegada de los Incas. Existe una concentración de arte rupestre en  cuevas, que muestran figuras de camélidos naturistas representados en forma lateral, finamente grabados en extensos paneles del llamado estilo Kalina. Posteriormente, en el sector se desarrolló el estilo Taira, donde la mayoría de los diseños son camélidos y empiezan a aparecer motivos antropomorfos. Las figuras fueron hechas mediante grabado, pintura y una combinación de ambas técnicas. La heterogeneidad estilística del arte rupestre de Taira se asocia a su larga existencia en el tiempo (800 a.C. y el 400 d.C.) y su expansión por todo el territorio de Atacama cuya presencia se encuentra en varios sitios de la parte alta del río Salado y en la cuenca del Salar de Atacama. En el sector pre cordillerano del río Salado, se encuentran bellas representaciones de arte rupestre ubicadas en torno a sus valles y quebradas.

1 comentario:

  1. Felicidades por el trabajo hecho, y aunque falta mucho, lo importante es hacer nuestra parte.
    saludos desde Perú.

    Alain Dueñas

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